SI QUIERES TU TAMBIÉN PUEDES

martes, 13 de noviembre de 2007

FELICIDAD


Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo.


La Felicidad no admite esperas. Atrápala aqui y ahora, o la perderás para siempre.


Nada es bueno o malo, sino que el pensamiento es lo que hace que las cosas sean buenas o malas.


Tienes que pasar un buen rato cuando te encuentres con la gente, si esperas que los demás lo pasen bien cuando se encuentren contigo.


Los actos hablan en voz más alta que las palabras, y una sonrisa expresa: “Me gustas. Me causas felicidad, Me alegro tanto de verte.”


Esfuérzate en sonreír. Si estás solo, silba o tararea o canta, Procede como si fueras feliz, y eso contribuirá a hacerte feliz. Se ha comprobado que al sonreir se segregan endorfinas, la "hormona de la felicidad", un euforizante natural


Cada vez que salgas al aire libre, retrae el mentón, lleva erguida la cabeza y llena los pulmones hasta que no puedas más; bebe el sol; saluda a tus amigos con una sonrisa, y pon el alma en cada apretón de manos. No temas ser mal comprendido y no pierdas ni un minuto en pensar en tus enemigos.


Enfrente del espejo, busca la mímica de una sonrisa graciosa que armonice bien con tu rostro. Cada vez que pases junto a un espejo, piense en ello y rehazlo.


Durante todo el día esfuérzate en sonreír de forma exagerada, sin miedo al ridículo. Esto te ayudará a suavizar y acostumbrar a trabajar el grupo de músculos faciales que provocan la sonrisa. En una semana sonreirás con toda facilidad.


A partir de hoy, cuando abordes a una persona, esfuérzate en sonreírle incluso antes de hablarle.


Antes de entrar en la oficina de un presunto cliente, detente siempre a pensar por un instante en las muchas cosas por las cuales estás complacido, obtén así una sonrisa llena de felicidad, y entra en la oficina cuando la sonrisa se esté desvaneciendo.


Sonrie. Y recuerda que el nombre de una persona es para ella el sonido más dulce e importante que pueda escuchar.


Se buen oyente y alienta a los demás a hablar de si mismos.


Interesate auténticamente en las demás personas. Muestra simpatía por las ideas y deseos del prójimo.


Elogia hasta el menor progreso y elogia todos los progresos. "Se caluroso en tu aprobación y abundante en el elogio".


Alienta a los demás. Haz que los defectos parezcan fáciles de corregir.


No critiques.


Demuestra que aprecias honradamente las buenas cualidades.


Se cortés y ten pequeñas atenciones.


¡Viva la vida! ¡Viva el amor! ¡Viva la alegría!



¡Viva la felicidad!

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