
Hay tres tipos de mujeres maduras con anorexia: algunas acarrean un problema de desorden alimenticio desde hace años. Otras tienen ese desorden porque algún nuevo estrés en su vida lo ha sacado a la superficie, como por ejemplo un divorcio o la pérdida de algún ser querido. Un tercer grupo, el menor, incluye a las mujeres que desarrollan desordenes alimenticios en una etapa tardía de su vida.
Todo resulta bastante lógico ya que los desórdenes alimenticios generalmente son la respuesta ante un estrés significativo, y las mujeres de mediana edad pueden experimentar nuevos niveles de estrés que pueden hacer que los síntomas retornen, o sucede que las estrategias propias para paliar el asunto no surten efecto.
Por suerte la repercusión de esta enfermedad en los medios anima a la gente a buscar ayuda.
1 comentario:
pues me gustaria saber a mi que ayuda tienen contra esta clases de desordenes, por que es muy jodido comer y no engordar en algunos casos y no comer y engordar en otros
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